[Publicación] Comunidad de Lucha #4

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En el Silabario con que se ha enseñado el idioma a miles de personas en América latina se dice “pra pre pri pro pru, pre so: los policías llevan presos y encierran a todos los que se portan mal”. Los ciudadanos-borregos internalizan este mensaje desde la infancia y se lo creen durante toda su vida.

Pero la policía no es un órgano natural ni espontáneo de la comunidad humana. Por el contrario, es una creación propia de las sociedades divididas en clases, que para mantener su orden artificial, irracional y absurdo necesitan de un Estado que centralice y coordine las distintas formas de violencia necesarias para que dicho Orden se mantenga.

En nuestro tiempo en que conviven diversas formas de policía (estatal y privada, profesional y ciudadana), la suma de todas ellas encarna, como dijo Walter Benjamin, “la máxima degeneración de la violencia”.

Carabineros aparece en un lugar destacado en esta revisión, por su consistente labor en la defensa violenta del Orden capitalista. Si bien existían varios tipos de policías –incluyendo una Secreta– desde el siglo xix, fue el dictador Ibañez en 1927 quien unificó las policías municipales, rurales y el Regimiento de carabineros, creando esta sangrienta y corrupta institución que este mes de abril cumple 101 años. La Policía de Investigaciones fue creada en 1933, por el gobierno de A. Alessandri, separándola de Carabineros, y dejándonos desde entonces con “pacos” (“siervos” según cierta etimología) y “ratis” (palabra que proviene del lunfardo bonaerense, como inversión de las sílabas de “tira”, en alusión a su práctica de apremiar a los detenidos amarrándolos con “tiras” o cuerdas).

Carabineros debutó de inmediato con prácticas terroristas. En el agitado año de 1932, detuvieron y arrojaron al mar a Manuel Anabalón, un profesor primario, en el muelle Prat de Valparaíso. El reportero Luis Mesa Bell se puso a investigar esos hechos, siendo también detenido y asesinado. Un día después de su muerte fue encontrado el cadáver de Anabalón. El poeta creacionista Vicente Huidobro dedicó en esos años un ataque contra un poeta/policía amigo del estalinista Neruda y que provenía de esos ambientes.

En ambos casos los victimarios eran de la Sección de Investigación de Carabineros de Chile. Dicha sección, de triste memoria, es la antecesora de las actuales S.I.P (que como se señala en la web “es la rama de Carabineros que más parecido tiene con la PDI dado que comúnmente sus funcionarios no trabajan con el uniforme ni con los vehículos tradicionales. Tienen a su cargo investigaciones ordenadas por la fiscalía y prestan apoyo a procedimientos infiltrándose como agentes civiles”).

Desde 1974 existe la Dirección de Inteligencia de Carabineros, responsable entre otras cosas del secuestro y degüellamiento de 3 militantes del PC en 1985, y que en 1990 pasó a llamarse DIPOLCAR. De esas filas provenía el exdirector Bruno Villalobos, así como Gonzalo Blu y su ejército de montajistas, caídos en desgracia hace poco en medio del multimillonario desfalco y la pelea con la Fiscalía, otra expresión siniestra del sistema represivo, en el marco de la Operación Huracán. Durante su mandato el lema que escogieron era más claro que el agua: “somos la frontera entre la delincuencia y la ciudadanía”.

[Publicación] Comunidad de Lucha #3

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Cualquiera que haya sufrido el hacinamiento y la espera tortuosa en el “horario punta”, puede fácilmente comprender la naturaleza inhumana del sistema de transportes. Efectivamente, este sistema no ha sido creado pensando en nuestras necesidades, ni mucho menos en la comodidad y el placer de quienes viajamos en micro o en Metro. Muy por el contrario, ha sido planificado con la misma racionalidad egoísta y calculadora con la que un empresario compra camiones para transportar animales hacia el matadero: no importa el bienestar de las personas, lo que importa es el bienestar de las empresas.

Es decir, el sistema está creado para hacer de lxs asalariadxs, y de sus hijxs, una fuente permanente de acumulación de capitales: explotadxs directamente en tanto trabajadorxs, y además como “usuarios” de un servicio por el cual debemos pagar. El hecho de que el “Panel de expertos del Transantiago” haya decretado 19 veces desde su puesta en marcha en 2007 la subida del precio del pasaje evidencia su verdadera labor: mejorar la rentabilidad económica de una empresa.

El apoyo –financiero, legal, policial– del Estado a las empresas del transporte es un hecho que ni siquiera cabe discutir, puesto como entidad administradora y protectora de la dominación capitalista, tiene sumo interés en que la gigantesca masa de esclavxs asalariadxs pueda ser transportada todos los días, y en grandes cantidades, a los lugares de trabajo y consumo. Más aún, el día 18 de enero se aprobó la famosa “Ley Anti-Evasión”, que penalizará duramente no sólo el no pago del pasaje y creará un registro nacional de “evasores”. Así, no solo se protegen con multas, cárceles y listas negras las ganancias, inversiones y la propiedad privada de capitalistas y políticos, también se logra, al mismo tiempo, el doble objetivo de perseguir a quienes no pagan, y de aislar y dividir cualquier manifestación de rebeldía por parte de lxs explotadxs y destruir cualquier posible brote de solidaridad.

La existencia de fiscalizadores, así como de la policía, es la prueba de que jamás hemos abandonado la época de los “negreros”: esclavos que controlan y apalean a otros esclavos.

Pero el verdadero símbolo de la miseria de este sistema capitalista, el secreto revelado de su existencia impersonal, inhumana, son los torniquetes.

¿No es, acaso, ilimitado el número de “torniquetes” que debemos pasar durante nuestra vida? ¿Y cuántos de esos otros “torniquetes” son imposibles de saltar?

El torniquete, lejos de ser un objeto neutral o accidental que con maquiavélico ingenio es usado por empresarios para obligarnos a pagar, es en realidad el modelo de toda esta sociedad, el verdadero espíritu de esta falsa comunidad, es la imagen que resume toda nuestra no-vida: pagar para vivir, vivir para pagar.

¿No es, acaso, ilimitado el número de “torniquetes” que debemos pasar durante nuestra vida? ¿Y cuántos de esos otros “torniquetes” son imposibles de saltar? Está el torniquete de la vivienda: pagar para habitar, para dormir, para tener un espacio –reducido para la mayoría de nosotrxs– en el cual sobrevivir. El torniquete de la salud: pagar para sanarnos y continuar nuestra existencia, no en tanto que seres humanos, sino como asalariadxs. Por lo demás, cuando se trabaja por menos de $400.000 (es decir, más de la mitad del universo de quienes trabajan) enfermarse es casi una condena a muerte. ¡Y no se le vaya a ocurrir tener una enfermedad crónica! Porque entonces el “torniquete farmacia” le cobrará mensualmente una suma para que Ud. siga respirando. Y si te endeudas y no puedes pagar, también habrá fiscalizadores acompañados de policías que irán a tu casa a embargarte por la imprudencia de haberte endeudado para mantenerte vivo ¿Y el “torniquete de la educación”? Pagar por venderte a un mejor precio, en el mejor de los casos, que obviamente es el más raro. Una situación laboral precaria e insegura es lo más común, aquí nuevamente… ¡no se le vaya a ocurrir tener problemas, estar triste, enfermarse, tener hijxs que le necesiten mientras trabaja, algún problema familiar! ¡Recuerde que hay cientos, miles tal vez, esperando reemplazarle! En resumen: si no pagas, no comes, no hay casa, y no hay salud, porque si no pagas… ¡no vives!

En el actual sistema de transportes y su organización, se encuentra visiblemente revelada toda la miseria de nuestra vida cotidiana. Hasta tal punto son el Metro y el Transantiago una manifestación de la universalidad de nuestra no-vida, que la crítica del sistema de transportes –y de la rutina social y del aburrimiento que fomenta– es al mismo tiempo la crítica de toda la sociedad, y la confirmación de la necesidad de una vida no sometida al dinero ni al trabajo asalariado. No se trata, por lo tanto, de que se cometa contra nosotrxs una injusticia particular –el torniquete, el hacinamiento, la humillación, la vigilancia– sino que se comete contra nosotrxs una injusticia de carácter universal que abarca todas las dimensiones y facetas de nuestra vida social. El problema no es tal o cual aspecto de esta sociedad capitalista –transporte, salud, AFPs, educación, etc.–, sino que la forma misma en que producimos y reproducimos la totalidad de nuestra vida. Es necesario, entonces, crear dentro de esta sociedad inhumana una comunidad que no dé cabida a la explotación; una comunidad que nos permita imaginar y crear colectivamente una forma de vida emancipada del miedo y de los efectos de todas las formas que asume la represión y, sobre todo, de un modo de no-vida basado en la dominación sobre el ser humano y la naturaleza.

Esta comunidad comienza parcialmente con la rebeldía colectiva a enajenar nuestra vida en el chip de una tarjeta, al negarnos individual y masivamente a reforzar un sistema que nos transporta directo hacia nuestra esclavitud. Pero para que la actual pasividad y evasión individual se convierta en rebeldía generalizada, habría que cuestionar prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, de la cual el sistema de transportes es –por fundamental que resulte– solamente un elemento entre muchos otros. Una comunidad de lucha solamente podrá emerger con la ruptura del aislamiento capitalista que cotidianamente reproducimos, no solamente con la evasión o el negarse a pagar un pasaje, no solamente impidiendo que fiscalizadores y policías bajen de la micro a quienes no pueden o se niegan a pagar, sino en la subversión colectiva contra la sociedad del capital. Debemos ir a la raíz del problema. Es necesario dejar de pagar el pasaje como primer paso para dejar de pagar para vivir. Es necesario abolir la propiedad privada y el trabajo asalariado, bases reales sobre las que crecen el Estado y el sistema capitalista. Una comunidad de lucha solamente podrá afirmarse en ruptura con la totalidad del sistema y no solamente contra un aspecto particular, en la creación colectiva de una vida que ataque directamente los fundamentos sociales e históricos de la inhumanidad. La rebeldía contra el sistema aunque se manifieste por ahora en situaciones que aparecen como las más injustas –como las alzas de pasajes– lleva en sí un espíritu universal: el comienzo de la época de la superación colectiva del aislamiento capitalista.

Contra las leyes, la represión y la paz social del Capital
¡Comunidad de lucha!

[Publicación] Comunidad de Lucha N°2

Segundo numero de la publicación agitativa «Comunidad de Lucha», distribuido en el territorio dominado por el Estado Chileno, cuyo contenido es:

-Viña del Mall: Una festividad para atontar y acortar el verano.

-«Ley Sophia»: ¿Proteger la niñez? No, endurecer la represión

-Ni turismo ni bronceado: algunas reflexiones sobre
lo que ocultan las anheladas vacaciones

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Viña del Mall: Una festividad para atontar y acortar el verano.

Mientras en otros países los carnavales y fiestas populares forman parte de un legado de tradiciones pre-capitalistas que se niegan a morir, en donde se expresan de manera confusa pero auténtica tanto los restos de una comunidad humana no alienada como los diversos intentos por capturar dichas energías y volverlas funcionales a los intereses de la dominación capitalista-estatal, en Chile no tenemos nada de eso, pero tenemos el Festival de Viña (además de otros que se le han ido agregando: el del Huaso de Olmué, Lollapalooza, etc.).

Iniciado en 1960, con un carácter más bien provinciano y modesto, el Festival de Viña con el tiempo se fue convirtiendo en uno de los eventos favoritos de la industria del atontamiento de masas, y reflejó sobre todo a inicios de los 70 las tensiones políticas del momento. Del enfrentamiento de Quilapayún versus Los Huasos Quincheros a las pifias a la cantante africana Miriam Makeba por decir “viva la revolución chilena”, a la prohibición de la competencia folklórica en 1974, el evento fue pronto remodelado en función a las necesidades de la Dictadura militar que cada mes de febrero se proyectaba al mundo por razones de entretenimiento, tratando así de escapar a la fama genocida que se había ganado en todo el globo, y uniendo aunque fuera por unos días a explotados y explotadores en la contemplación de estrellas nacionales e internacionales.

Debemos soportar año tras año que la TV, radio y prensa dediquen gran parte de su cobertura a este mega-evento, en medio del calor, los incendios forestales, el retorno de veraneantes y la compra de útiles escolares para el reinicio formal del ciclo vital de COME/TRABAJA/DUERME

Dentro de todo este circo, la participación popular fue reducida a la mítica figura del “monstruo”, que mediante su imprevisible acción podía consagrar o sepultar a quienes se presentaban en la concha acústica¹. En el público se codeaban durante los 70 y 80 agentes de los escuadrones de la muerte del gobierno como Alvaro Corbalán besuqueando en público a las hijas del dictador, personajes como Jaime Guzmán alabando la genialidad del actual diputado del Frente Amplio “Florcita Motuda”, alcaldesas fascistas y un sinfín de otras basuras. Por supuesto que al finalizar la etapa dictatorial de la ininterrumpida dominación capitalista-estatal el festival siguió existiendo, aunque cada vez con menos espectacularidad, y el negocio fue alternando entre diversos canales de televisión y cadenas internacionales.

Hasta el día de hoy los habitantes de este territorio debemos soportar año tras año que la TV, radio y prensa en general dediquen gran parte de su cobertura a este mega-evento, en medio del calor, los incendios forestales, el retorno de veraneantes y la compra de útiles escolares para el reinicio formal del ciclo vital de COME/TRABAJA/DUERME, renovado cada mes de marzo para satisfacción de los amantes de la normalidad y el orden social.

Sólo con la revolución social comunista-anárquica volveremos a experimentar las grandes festividades que la humanidad ha conocido desde tiempos inmemoriales y que han permitido celebrar la existencia en actos de la verdadera comunidad humana, aboliendo el tiempo muerto de las sociedades de clase².


1. Resulta digno de destacar que este simulacro de participación popular se ha dado con una frecuencia anual por medio siglo, es decir, mucho más que el simulacro llamado “elecciones”, que estuvo suspendido por 17 años y luego se ha practicado más o menos cada 4 años.
2. Para un repaso de las grandes festividades que celebraba la humanidad antes de la imposición de la separación generalizada, y del cómo con ellas se buscaba interrumpir el desgaste del tiempo para, a través del exceso, revitalizar todo el conjunto de la cosmovisión y lazos comunitarios dentro de los que vivían, recomendamos la “teoría de la fiesta” que alcanzó a esbozar R. Caillois en “El hombre y lo sagrado”, de 1939, en especial El exceso, remedio del desgaste. Además, a pesar de todo, en nuestras existencias actuales todavía encontramos resabios de la fiesta en distintos recodos del camino.

[Publicación] Comunidad de Lucha

CdL es un proyecto comunicacional iniciado en la región chilena el año 2018 y que aspira a expresarse en un boletín impreso de frecuencia mensual, además de en este sitio web. Nuestra intención es tratar diversos temas contingentes que dan cuenta de la infinidad de luchas que la humanidad proletizada sigue dando en contra de la dominación capitalista/estatal, y en las que tiende a reconstituirse y afirmarse como comunidad humana. En tanto anticapitalistas estamos a favor del comunismo (la sociedad sin clases ni producción mercantil), y en tanto enemigos del poder estatal estamos a favor de la anarquía (la sociedad sin Estado).
Comunidad de Lucha N°1
Primero número de la publicación agitativa «Comunidad de Lucha«, cuyo contenido es:
Contra el Papa, sus anfitriones y sus falsos críticos
– ¿Cambio de gobierno? Con la izquierda o con la derecha: es el mismo Capital golpeándonos
– Resistencia contra el Estado y autonomía mapuche a ambos lados de la cordillera
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Comunidad de Lucha N°2

Segundo número de la publicación agitativa “Comunidad de Lucha”, distribuido en el territorio dominado por el Estado Chileno, cuyo contenido es:

-Viña del Mall: Una festividad para atontar y acortar el verano.

-“Ley Sophia”: ¿Proteger la niñez? No, endurecer la represión

-Ni turismo ni bronceado: algunas reflexiones sobre
lo que ocultan las anheladas vacaciones

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Comunidad de Lucha Nº3

En este número:

– Saltar el torniquete de la no-vida
– Sobre el 8 de marzo: las hogueras nunca se apagaron
– 29-M: memorias del combate anticapitalista

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Comunidad de Lucha Nº4

-Somos la frontera entre la delincuencia y la ciudadanía.

-Cuando el proletariado derrotó a los pacos en la batalla de Santiago.

-El Otro (Vicente Huidobro)

-Carabineros en Tierra del Fuego

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Comunidad de Lucha Nº5

 

-El asalto global contra el viejo orden del mundo

-Laín Diez: dos lecciones para el primero de Mayo

-Damos vueltas en la noche y somos deborados por el fuego.

-Memoria proletaria: el olvido es la derrota

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Comunidad de Lucha Nº6

En este número:

-La explosión feminista: alcances, limitaciones, y posibilidades.

-Memoria Proletaria en las calles metropolitanas: la VOP

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[Publicación] Anarquía & Comunismo N°10

Ya son 10 números de Anarquía & Comunismo, boletín teórico-agitativo, y esfuerzo editorial algo intermitente, que se dispone a ser un material útil para la dilucidación de nuestro estadio histórico y la posibilidad de su superación revolucionaria.

Nuestra décima edición es una edición extendida y está dedicada a un importantísimo episodio de la historia humana, al que se le han dedicado ríos de tinta y que determinó a la civilización tal como la conocemos, pero sobre el que consideramos que aun esta cubierto por el velo de la mistificación de parte de los revolucionarios, tanto de la izquierda y ultra-izquierda leninista a como libertaria. Las distintas variantes de sectas leninistas aun reverencian al Estado soviético como el paraíso de los trabajadores, enarbolando la hipertrofia estatal, el desarrollo industrial, la proletarización forzosa, etc., evidenciándose como la izquierda del Capital, mientras que algunos de ellos sólo son críticos con la burocratización, el ‘Estado obrero degenerado’ u otros aspectos parciales del régimen soviético. La mayoría de los libertarios, por su lado, son críticos con el totalitarismo de Estado, con el totalitarismo, pero muchas veces no van más allá de eso. Nosotros creemos que la cuestión es un poco más compleja: la cuestión rusa encarna un episodio de la historia humana que condensa la contestación revolucionaria al mundo existente y a la vez la contrarrevolución de esta constestación en un mismo movimiento; determinó la configuración del mundo y los movimientos revolucionarios y contrarrevolucionarios (papeles que muchas veces llegan a encarnar los mismos grupos) del presente y futuro, y es un episodio fundamental de la totalización global del dominio del Capital.

En fin. Estos temas son tratados más profundamente en este número

  • A 100 años de la Revolución Rusa: Una introducción histórica
  • La oleada revolucionaria de 1917/1923
  • Dossier: extractos de Grandizo Munis y Victor Serge sobre la cuestión rusa
  • Arbeit Macht Frei, o la concepción socialdemócrata de la transición al socialismo
  • Leninismo y contrarrevolución: correspondencia revolucionaria sobre la revolución rusa
  • Epílogo: Revolución a título humano

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Anarquía & Comunismo N°9

¡Ya está circulando por las calles del territorio dominado por el Estado chileno y en la web ‘Anarquía & Comunismo’ N°9!

En este número:
Mapeando la represión: Encierro psiquiátrico, lobotomía y electroshock
Primero de mayo contra el trabajo asalariado: Consideraciones generales sobre su historia y conmemoración
Síntesis revolucionaria y descomposición capitalista: Aportes para la comprensión y construcción de una posibilidad comunista ante “el fin de la historia”
Afilando las palabras: comunización (cuarta parte)
Hemos recibido
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MAPEANDO LA REPRESIÓN: ENCIERRO PSIQUIÁTRICO, LOBOTOMÍAS Y ELECTROSHOCK
“En nuestra sociedad no hay nadie que no sea un enfermo mental” (Rainer Werner Fassbinder).
“La exigencia de apropiarse de la «propia» enfermedad implícitamente apuntaba a la política dominante de propiedad en el centro nervioso de la subjetividad, y al mismo tiempo implicaba al comunismo auténtico en el cual se trata en primer y último lugar de la apropiación y realización colectivas de las fuerzas humanas esenciales, de la especie humana en su indivisibilidad-individualidad” (Wolfang Huber, SPK-Colectivo de Pacientes Socialistas).
Cuando pensamos en el Sistema Penal por lo general nos vienen a la mente imágenes de policías, fiscales, jueces, gendarmes, y las instituciones de control y encierro que ellos se encargan de aplicar: firma semanal o mensual, multas, reclusión nocturna, controles de identidad, centros de internación de adolescentes, cárceles públicas y/o concesionadas, etc.
Sin embargo, el poder punitivo del Estado/Capital está lejos de agotarse en esas formas de criminalización abierta que sus propias leyes reconocen como tales. El mapa de la represión es mucho más complejo e incluye a formas de control y dominación que a simple vista escapan de la mirada centrada en lo policial/carcelario, entre ellas los distintos tipos de “hogares de menores”(1), y todo el archipiélago de instituciones vinculadas a la internación psiquiátrica.
Tal como viene señalando desde los años 60 la contracorriente conocida como “antipsiquiatría”, el concepto de “enfermedad mental” es bastante dudoso(2), y más bien expresa una de las aristas del sistema de control social, que entre otras funciones se encarga de señalar bajo el pretexto de lo “terapéutico” el límite entre lo “normal” y lo “patológico”. Esta normalidad no deriva de las necesidades humanas y sus formas “sanas” de convivencia social, sino que es la normalidad de la libre explotación de los humanos por los humanos(3), y del proceso automático de valorización eterna del valor (la manera en que el dinero en tanto capital se convierte dinámicamente en más dinero y más capital).
En Chile el antiguo “Reglamento de Internación de Insanos” fue reemplazado en 1998 por otro titulado “Reglamento para la internación de las personas con enfermedades mentales y sobre los establecimientos que la proporcionan”. Tras definir a los pacientes psiquiátricos como  “las personas que sufren de una enfermedad o trastorno mental y que se encuentren bajo supervisión o tratamiento médico especializado” y a la enfermedad o trastorno mental como “una condición mórbida que sobreviene en una determinada persona, afectando en intensidades variables, el funcionamiento de la mente, el organismo, la personalidad y la interacción social, en forma transitoria o permanente”, se entra de lleno a la regulación de la internación, que según el artículo 10 podría ser voluntaria o no voluntaria.
La internación no voluntaria en su versión “administrativa” es definida como “aquella que ha sido determinada por la autoridad sanitaria, a partir de la iniciativa de la autoridad policial, de la familia, del médico tratante (…) o de cualquier miembro de la comunidad, con el fin de trasladar o internar en un centro asistencial, a una persona, aparentemente afectada por un trastorno mental, cuya conducta pone en riesgo su integridad y la de los demás, o bien, altera el orden o la tranquilidad en lugares de uso o acceso público”. Si el sujeto no consiente en ella, se autoriza a usar el “apremio físico”, señalando que “el cuidado de la persona y de su conducta disruptiva si se presenta, será acordada en cada caso, entre la autoridad policial y de salud presentes”. Como se puede apreciar, cualquier buen ciudadano podría pedir la internación de elementos que considere socialmente disruptivos, y sobre la libertad de la persona decidirá en definitiva una mezcla del poder médico con la fuerza pública o policial.  Además, existen internaciones no voluntarias “de urgencia” (decididas por médicos, y que en principio duran 72 horas como máximo), y “judiciales”.
Los “tratamientos” aplicables a las personas internadas son decididos por un “comité asesor técnico y ético”. En principio se requiere del consentimiento del paciente, pero siempre es posible sortear ese obstáculo mediante autorizaciones médicas, incluyendo la aplicación de “terapia electroconvulsivante” (art. 24) y de “procedimientos irreversibles” como “psicocirugía o cirugía aplicada al tejido cerebral, con el fin de suprimir o modificar funcionamientos o conductas del paciente” (art. 25 a). Además, se autoriza “el uso de medidas de contención física o farmacológica y de observación continua en aislamiento” (art. 27). Por debajo de esa jerga de medicina legal, lo que tenemos es: camisas de fuerza y “lobotomía, electroshock, fuera cerebro, un zombi más”, como cantaba hace tres décadas La Polla Records en “Canarios y Jilgueros”.
Realidades como las exhibidas en películas como “La naranja mecánica” (excelente novela de A. Burgess llevada al cine por S. Kubrick) y  “Atrapado sin salida” (sobre un ladrón que para escapar del sistema penal termina como paciente psiquiátrico) no han quedado atrás, sino que el Derecho burgués vigente en alianza con los poderes de “normalización” siguen necesitando acudir a estas técnicas de represión de la disidencia definida como “enfermedad”, y para ello las relegitima en nuevas leyes y reglamentos. Hemos referido aquí las formas más intensas de psiquiatrización, pero somos conscientes de que capas mucho más amplias de la población son sometidas a formas más “sutiles” de estos mismos poderes, por ejemplo, mediante el uso de medicamentos de este tipo en la infancia.
En el mundo enfermo de la mercancía, necesitamos romper con todos los mecanismos de dominación que tienden a aislarnos y medicalizarnos, practicando el apoyo mutuo para sanarnos entre nosotrxs mismxs, y profundizando la crítica radical a todo el sistema de control. Experiencias a tener en cuenta además de la Antipsiquiatría son el Colectivo de Pacientes Socialistas o SPK (que llegó a colaborar con la Fracción del Ejército Rojo o RAF, y que hasta el día de hoy sigue llamando a hacer de nuestra enfermedad un arma) , y el Movimiento Escuchando Voces (que cuestiona la asociación entre la escucha de voces y la enfermedad mental, llamando a entenderla como algo natural ), entre otros. Para terminar, recomendamos leer el manual “Discontinuación del uso de drogas psiquiátricas” (The Icarus Project y Freedom Center ), además de la “Antología de la locura” compilada por Miguel Edwards entre los pacientes internos en el Hospital Psiquiátrico El Salvador de Valparaíso.
Notas:
(1) Esa denominación bastante hipócrita es un típico eufemismo. El término “menores”, a diferencia de “infancia” o “niñez”, usualmente se reserva para lxshijxs de lxs pobres. Los “hogares” se han redefinido muchas veces con distintos nombres (Centro de Observación y Diagnóstico, Centros de Internación Provisoria, Centros de Rehabilitación Conductual, etc.). Siempre han designado en realidad un tipo de cárcel privada, pública o mixta que el Estado/Capital desde su prehistoria ha usado para recluir a un sector de la infancia y adolescencia.
 (2) Un texto fundamental en esta línea de cuestionamiento fue “El mito de la enfermedad mental”, de Thomas Szasz (1961). Hay traducción al español en ediciones Amorrurtu.
(3) Corregimos acá la expresión clásica de Karl Marx en El Capital, tal cual suele ser traducida al español: “explotación del hombre por el hombre”. Pese a las limitaciones del lenguaje y/o las traducciones, la Crítica de la Economía Política se refiere al devenir de toda la especie humana, no a un determinado género, edad o raza.

[Publicación] Revista Comunismo

Presentamos en esta oportunidad la Revista Comunismo, con 66 números desde 1979, esta publicación es el órgano central en castellano del Grupo Comunista Internacionalista (GCI-ICG) En el siguiente link pueden descargar todos sus números Descarga aqui 

En su ultima edición de febrero de 2017 (N°66) encontramos :

REVOLUCIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN EN LA REGIÓN ESPAÑOLA – AÑOS TREINTA (primera parte)

  • La concepción histórica como práctica de clase
  • Nuestra contribución y sus enormes dificultades
  • El proletariado en España a contracorriente
  • El ABC sobre la cuestión española
  • Exposición de los hechos más relevantes
    • Antecedentes a las luchas de los años 30
    • Primeros años de la República
    • Profundización de la lucha y tentativas insurreccionales
    • Insurrección de octobre del 34 y ascenso del frentismo
    • La insurrección proletaria de junio de 1936 y su encuadramiento estatal
  • Elementos de balance crítico
  • Notas
  • Anexos
  • Claves de la contrarrevolución

[Publicación] Boletín La Oveja Negra

Boletín difundido por los compañeros de la biblioteca y archivo histórico-social «Alberto Ghiraldo», el cual ya tiene bastantes números a su haber (al día de hoy N°48). Todo el material de sus números y el libro que es una selección de sus textos lo pueden descargar desde acá 

LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN

Dice Virginie Despentes que la violación es también un diálogo privado a través del cual un hombre declara a otros hombres: «yo me cojo a sus mujeres brutalmente». Suena exagerado, pero no lo es tanto. Las amenazas y el deseo de vengarse del violador son parte del diálogo que aunque se haga público excluye a las mujeres. Estos hombres que pretenden apropiarse de mujeres siguen considerándolas parte de un decorado que se puede violar o defender pero carente de vida propia. No se dirige la palabra a las mujeres en cuestión ni para preguntar como se sienten, si precisan algo, o simplemente dar fuerzas. Mucho menos se dirige a otras mujeres, para ver cómo es que suceden estas cosas, cómo podemos detenerlo. Porque no les importa. Lo que les urge en las entrañas es recoger el guante y responder lo más virilmente que se pueda.
En este mismo diálogo se supone que, paradójicamente, la violación combatiría la violación. Y así, se expulsan amenazas al blanco viviente en el que se convirtió el violador acusado. Expresan sin pudor sus fantasías sobre cómo debería ser violado el violador, qué cosas deberían hacerse con su culo, a qué debería ser sometido. Para ellos, la violación sigue siendo una forma de colonizar los cuerpos, de disciplinar a los seres humanos. Tal como actúa el violador, consideran la violación como una herramienta válida, aunque neutral, y que cada quien podría darle un buen o mal uso.
Cabe señalar por qué escribimos líneas arriba lo de blanco viviente, es que mientras esa persona no sea popularmente señalada o legalmente acusada mejor no apuntar, «no meterse en la vida privada de los demás». El ciudadano decente actúa, o más bien opina, como si las violaciones fueran hechos fortuitos, extraordinarios. Refuerzan la idea de que son llevadas a cabo por monstruos enfermos cuando en verdad son realizadas por seres humanos normalizados. Refuerzan la idea, premisa de los medios de comunicación, de que son desconocidos acechantes en calles oscuras solo para que las mujeres vivan aterradas, con miedo a la noche, las salidas, los viajes, al sexo, a moverse lo más libremente que se pueda en este mundo. La realidad es que la gran mayoría de las veces ocurre en el seno del hogar, por familiares, parejas y exparejas. Pero eso es ocultado sistemáticamente por quienes mantienen el terror y la incomunicación.
Es descorazonador que ante cada caso se piense en la venganza y no en comenzar a ayudar y a evitar a que no suceda. ¿Cuándo nos podemos dar cuenta de que estamos frente a un abusador? ¿Es posible que no me lo haga si ya lo hizo, solo porque dijo que iba a cambiar? ¿Aceptar y reproducir esta noción de amor romántico y posesivo no será un factor determinante? ¿Cómo podemos protegernos? ¿Cuándo aún podemos zafar de una relación nociva que seguramente terminará mal? Son preguntas que quedan desplazadas ante el aturdimiento de indignación repetitiva y circular.
La cultura de la violación es culpar a la persona abusada y trivializar una violación por no ser lo suficientemente brutal. Pero también es la cosificación de los cuerpos para el beneficio personal y el empleo de la violación como arma de guerra, sea para invadir un país como hacen los militares de las grandes potencias, o como hacen o desean los civiles, para enderezar a unos supuestos desviados, que no son más que miembros sanos de esta sociedad enfermiza.

[Publicación] 2&3 Dorm

 

Declaración de Varanasi

Se podrían decir cuestiones definitivas sobre la realidad sin tener miedo a equivocarse. Incluso el sentido común hegemónico ha expresado esa idea en frases típicas como “la realidad supera la ficción”. Lo definitivo tiene que ver justamente con las condiciones de vida que imperan.

Al mismo tiempo el deseo de formular algo extraordinario, es decir, fuera de los términos ordinarios que regulan nuestras vidas, pulsa de una consciencia más o menos consciente de que estas vienen siendo colonizadas por una lógica que nos esclaviza. Este profundo mal-estar de la modernidad está calcado sobre una sociedad que se identifica en fragmentos especializados de tiempo y espacio: son las formas-funciones de producción que producen funciones formales para nuestras vidas.

Dicho lo anterior, consideramos necesaria una discusión crítica sobre las condiciones de vida de nuestra época y las prácticas espaciales que las estructuran socialmente. El sentido concreto de esta crítica nos inquieta, es una cuestión fundamental que permanece abierta y a la vez inaccesible.

Lo cierto es que estas condiciones no han cambiado sustancialmente desde hace más o menos medio siglo, momento en que la humanidad asaltó por última vez a la cultura dominante con algo de éxito y sincronía. Al contrario, se han confirmado, intensificado y deteriorado aún más profundamente. Por eso resulta necesario actualizarlas a la luz de sus desarrollos y de sus rupturas, entendiendo hoy el movimiento que desde antes ya apuntaba hacia el futuro, a través de un método progresivo-regresivo. Los alcances sobre el futuro, sin embargo, no deben ser propositivos en el sentido positivo, pues la demiurgia aniquila la crítica, deben ampliar el horizonte de sus posibilidades.

Una oscura nube de malos entendidos y carencias de sentido hace sombra sobre los conceptos y categorías que definen los problemas relacionados con la producción del espacio y la vida cotidiana. Que eso ocurra no es tanto una casualidad como el resultado de la fragmentación de los saberes dada la intensificación de la división social del trabajo —que es, básicamente, la violenta mecánica social que disecciona la vida a través de procesos múltiples de alienación, de la promoción totalitaria de la ideología y de la enigmática operación del fetichismo de la mercancía.

Por medio de dispositivos de mistificación y control, la sociedad moderna usa e intercambia nuestras energías para la ampliación de sus poderes técnicos y la expansión forzada de sus mercados. Se configura, y configura para ella misma, una territorialidad propia de las privaciones y sobrepone al tiempo mecánico del reloj (repetitivo) el tiempo productivo del calendario (acumulativo). En estos intersticios, la historia —es decir la transformación de lo real— no se plantea como el sentido de la vida, ya que las personas son producto de una historia de la que no tienen control. Como se señaló hace ya más de un siglo es evidente que ellos hacen la historia, pero no libremente. Somos sujetos negativamente, y la alienación es la condición constitutiva de aquello que se realiza como nuestro cotidiano. La vida cotidiana se torna cotidianidad; nivel de la práctica social que totaliza la alienación social.

Las ciudades están muertas. El ideal humanista que las revestía y llenaba de contenido (si no como realidad al menos como idea de si misma) ha sido vaciado y reemplazado por la hegemonía social del capital, que se organiza espacial y temporalmente por medio del urbanismo. La producción espacial abstracta del capital ha conseguido anular la historia y el pasado, lo que habitamos hoy son las ruinas de ese ideal o una representación; aunque hayan algunas ruinas que brillan, siguen siendo ruinas.

Considerado acríticamente como un conjunto de disciplinas en si mismas neutrales, dedicadas a la producción espacial y la organización de los asentamientos humanos, el urbanismo se presenta históricamente como la ideología de la ocupación del territorio y, a través de este, de la vida cotidiana.

Entendemos la ideología como la forma en que se reproducen los valores esenciales del pensamiento burgués y las relaciones de producción capitalistas. Es un mecanismo que opera a nivel subjetivo y se realiza objetivamente en lo social, al mismo tiempo que el fetichismo traduce esa objetividad a una dimensión subjetiva para hacer aparecer aquello que es producido socialmente como algo natural.

El discurso que hablan los centros de formación de especialistas del espacio es el de la hegemonía social de las mercancías. La educación, tal como se imparte en estas instituciones, es una forma de reproducir y darle continuidad al espacio que ha sido, como todo en nuestra época, reducido al patrón común del dinero.

Podemos hacer todas las exposiciones, congresos y equipos de gobierno que queramos entre especialistas del espacio, pero seguirán siendo nada más que eso: un grupo especializado de la división social del trabajo. El estudio del espacio y de la vida cotidiana se debe poner más allá del punto de encuentro de las ciencias positivas parcelarias, si no sería la suma de todos los fragmentos reiterando su separación. Un pensamiento crítico que no considera las negatividades del proceso social no puede concebirlo en su totalidad.

La arquitectura se reduce hoy a un software que proyecta espacios a partir del cálculo de cuanto capital se puede extraer de un determinado terreno o territorio. Es decir, cuantas propiedades se pueden apilar y cuánto vale cada metro cuadrado. Al arquitecto le conciernen apenas decisiones cosméticas: si serán adornos neoclásicos en yeso o si va a apostar por un estilo moderno en concreto, acero y vidrio, o su variante eco-sustentable en madera y tierra. No importa si es para viviendas sociales, centros de negocios, de cultura, o casas para la burguesía ilustrada, su función radica siempre en dar lugar y fijar el valor abstracto que estructura el capital. La arquitectura hoy, en tanto práctica especializada, es ese valor abstracto que se realiza en beneficio de unos pocos contra todos los demás.

El ámbito y sentido en que se plantean los problemas de la arquitectura como práctica, o simplemente carecen de una reflexión sustancial, o están condenados a ofrecer respuestas parciales y vagas de lo que ellos mismos, como profesionales y especialistas, están intentando responder. La verdadera práctica arquitectónica se encuentra fuera del ámbito de la arquitectura profesional, y es esta última la que bebe de la primera, no al revés.

De la misma forma en que el capitalismo avanzó vertiginosamente subsumiendo todas las sociedades hasta abarcar la totalidad del planeta, integrando todas la formas económicas en una sola economía política, así también lo urbano se desarrolló durante el siglo XX hasta abarcar la totalidad del territorio, superando la distinción entre campo y cuidad en una sola totalidad abstracta y fragmentaria, una realidad espacio/temporal a la vez dislocada y unificada. La geografía (ciencia del territorio y el espacio) está determina hoy exclusivamente por esa totalidad urbana contradictoria que no tiene un afuera y que no admite en su interior, permanentemente en movimiento y estático al mismo tiempo, ninguna otra lógica que no sea la del espacio-mercancía.

El capitalismo se universaliza también como metáfora: el Capital, como el universo, es absolutamente contingente, nada está fuera de él, todo está adentro, y está en constante expansión.

El progreso, que se ofrece a la par y con la asistencia de la educación capitalista del espacio, no es otra cosa que la eterna promesa de un futuro de igualdad, libertad y abundancia para este eterno presente de negación de la vida. La igualdad y la libertad prometidas desde el iluminismo por la sociedad capitalista son el fundamento moderno para la compra-venta de fuerza de trabajo —es la disculpa por la cual el Estado promulga la libre explotación del trabajador por parte del Empresario. La abundancia soñada es el premio acumulado a ser sorteado en este juego de azar que nada tiene de lúdico. Sus pocos ganadores animan esta cosa a la que llaman vida con un montón interminable de mercancías. A los perdedores (la mayoría) no le faltan modalidades increíbles de miseria. Y a los que sobran les resta a penas el tedio.

La aporía del progreso, sin embargo —tanto como muchas otras que construyen nuestra vida cotidiana hoy—, solo es posible resolverla por medio de un sentido común dialéctico. Tal sentido común existe hoy solo como rastro o ilusión, pero existe.

Comité Editorial 2&3DORM

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[Publicación] Cuadernos de Negación

CONTRA LA ENAJENACIÓN DE LA VIDA #10

En este número de Cuadernos comenzamos indagando en los orígenes del capitalismo y atacando algunos mitos al respecto. Damos continuidad a la crítica del dinero, del Capital como sujeto y fin último de la producción y reproducción de la sociedad, del fetichismo y la enajenación como la instrumentalización del mundo y todos los que habitamos en él.
Enajenación no significa simplemente la separación de nuestros medios de vida, hablamos de todo un proceso histórico mediante el cual se ha llegado a que nuestra propia existencia se nos presente como ajena, en una sociedad donde el objetivo no son las personas, ni tampoco las cosas, sino la producción por la producción misma, la valorización del Capital.
Es todo un orden social que vivimos como ajeno e, inevitablemente inmersos en él, tenemos que enfrentar.Contenido:
▪ Presentación
▪ El capitalismo
▪ «Había una vez…»

Subsunción
▪ Un mundo sin corazón
Acumulación, comercio, usura y desposesión
▪ Entrando en la lucha de clases
▪ El Capital solo quiere más capital
▪ Dinero

Dinero y valor
▪ El fetichismo de la mercancía
… y su secreto
▪ Alienación
El trabajo enajenado


 CONTRA LA ECONOMIZACIÓN DE LA VIDA #9

Si bien la mercancía, el Capital y el valor no explican absolutamente todo en esta sociedad, sin ellos no podemos comprender nada. La crítica de la economía, como podría suponerse, no deja de lado la política, la religión, la ciencia y demás dimensiones de esta sociedad, sino que, por el contrario, nos permite comprenderlas y atacarlas en cuanto parcialidades de la totalidad que conforman.
La contraposición que queremos enunciar es tajante: no nos dedicaremos a la economía en cuanto parcialidad, en cuanto disciplina. Se trata de la lucha contra la economización de la vida, de la contraposición práctica entre las necesidades humanas y las necesidades de valorización del Capital.
Contenido:
▪ Presentación
▪ ¿Teoricismo?
▪ ¿Conciencia?
▪ Mitos fundamentales
El mito del «propio interés»
El mito del valor como cualidad natural
«Robinsonadas» 
▪ «Liberté, égalité, proprieté»
Libertad
Igualdad
Propiedad
Fraternidad
La revolución no es un derecho 
▪ «E pluribus unum»
▪ «In god we trust»
▪ La barbarie científica
Sucesos “coincidentes” 
▪ Automatismo contra humanidad
▪ Producción – reproducción – ruptura
Producción
Producción y distribución
Reproducción
Ruptura

CRÍTICA DE LA RAZÓN CAPITALISTA

La ciencia, la tecnología y noción de progreso, no se encuentran por fuera del modo de producción capitalista, son parte constitutiva de éste y como una sola ideología imprimen un modo de percibir el mundo y de actuar en él.

La razón dominante es burguesa, porque en tanto que idea pero tambien como fuerza material, actúa en beneficio del Capital.

Hasta hoy, la gran mayoría de los llamados a la «revolución» han sido y son en nombre de la libertad y la igualdad burguesas, de la ciencia y la Razón, de la eficacia y el progreso… y ya es tiempo de romper con ello.

Contenido:
▪ En estos tiempos… 
▪ Tecnología y ganancia 
▪ La realidad de lo virtual
– Una nueva mercancía: la intimidad
▪ Crítica de la razón capitalista– Introducción
– La catástrofe razonable
– Razón de Estado
– La vida no es un mecanismo
– Instrumentalización y cosificación
▪ El progreso del Capital
– Totalitarismo y dependencia
– La ilusión de eficiencia
– El ejemplo del coltan
– El progreso moderniza la pobreza
– Ruptura y revolución
▪ El condicionamiento tecnológico 
▪ La crítica al capital supone la crítica a la ciencia
– La otra cara de la ciencia del Capital: las ciencias ¿humanas?
– El totalitarismo científico
– La ciencia no es neutral
▪ Ciencia y enfermedad   
– Medicina, salud y sociedad
– Multiplicación de enfermedades
– Prevención y comercio
– Salud y normalidad
– Medicina y guerra
▪ Crítica de la crítica
– Ecologismo
– Primitivismo
– Posmodernismo
▪ ¡Romper con la mentalidad capitalista!

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RECORRIDO POR EL TERRITORIO CAPITALISTA #7

Caminar de un punto a otro: siempre llegar. El sentido de nuestro movimiento por las calles de las ciudades, o entre ciudades es uno: llegar a un punto en el espacio dispuesto ante nosotros como un circuito ordenado de tareas. El espacio ha sido reducido a  cosa por el Capital, y como toda  cosa en relación al Capital, encierra y oculta relaciones sociales, he ahí su carácter material y su carácter abstracto, presentados de manera indisociable. Podemos llamar a todo esto urbanismo, aunque se trata simplemente del territorio que ha subsumido el Capital.

Contenido:
▪ Presentación
▪ Introducción
▪ Privación del espacio

– Apropiación capitalista del espacio
– Vidas planas y rectilineas
– Ordenamiento
– Circulación y mutismo
– Aislamiento
– Comunidad y mercancía
– Barrios obreros
– «El embellecimiento estratégico»
– Parques y plazas
– «Las casas son máquinas para vivir»
– El sonido de la ciudad
– Las «alternativas» de siempre
▪ Luchas por la vivienda
– Memoria proletaria: La huela de inquilnos en Argentina
▪ La ciudad del miedo
▪ El urbanismo como catástrofe

– El urbanismo como catástrofe cotidiana
– Las catástrofes naturales y sus consecuencias
– La «naturaleza» y el turismo
– ¿Superpoblación?
▪ Las armas de la crítica y la crítica de las armas
▪ La ciudad del automóvil
▪ Privación del tiempo
▪ La ciudad como modo de vida

– Post-data necesaria
▪ Fin del recorrido, por ahora…

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¡ABAJO EL REINO DE LOS CIELOS! #6

La religión sobrepasa indudablemente a cualquier otra actividad humana en cantidad y variedad de tonterías. Si se considera además su papel como cómplice de la dominación de clase a través de la historia, no es sorprendente que haya atraído sobre sí el desprecio y el odio de cada vez más personas, en particular de los revolucionarios.

La religión continúa adaptándose, en su forma institucional o sin ella, a los pequeños cambios del modo de producción y reproducción de la vida, persistiendo bajo diferentes formas.
El movimiento revolucionario debe oponerse a la religión, pero tomando posición del otro lado de ella. No siendo menos que la religión, sino más.

Contenido:
▪ Introducción
– ¿De que hablamos cuando hablamos de religión?
▪ ¿Ateísmo?
▪ Extrañación y mutilamiento
– El humano como centro: así en la tierra como en el cielo
– Mutilación
▪ Las armas de la crítica y la crítica de las armas
▪ ¿Libertad de conciencia?
– Adán y Eva y el judeocristianismo cotidiano
▪ Influencias religiosas en el autodenominado movimiento revolucionario
▪ Creencias a medida
– El optimismo del ahorcado
▪ ¿Oponer la ciencia a la religión?

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CONTRA LA DEMOCRACIA SUS DERECHOS Y DEBERES #5

La alternativa para los esclavos asalariados no está en el hecho de tener un gobierno más a la izquierda o más a la derecha, en soportar el desprecio de los politiqueros pluralistas o la arrogancia de una oligarquía militar, en participar en el constante agravio y reprobación entre una organización política partidista y otra. La contradicción fundamental se encuentra entre dictadura de la burguesía -sean cuales sean los mecanismos puestos en marcha por esta clase para administrar la explotación- y el desarrollo del comunismo y la anarquía, es decir, la destrucción de la explotación, el Estado, el valor y la sociedad de clases.

Contenido:
▪ Presentación: critica de la democracia
▪ Preparar las elecciones o preparar la revolución
▪ Democracia y dictadura
▪ Alternativas democráticas a la democracia
▪ El estado y su aparato represivo
– Policías, sociedad policial, “trabajo sucio” y robo
– Sistema penitenciario
– ¿Y la seguridad?
– La industria del control del delito
▪ El delito y la pena
▪ La ley y el orden
▪ Derechos, deberes y libertades
▪ Derecho a luchar… democráticamente
▪ ¿Entonces?

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SOBRE LA NECESIDAD DE DESTRUCCIÓN DEL ESTADO #4

El Estado no es un enemigo por razones de gusto, afinidad moral o antipatía ideológica. Lo es en tanto estructura de poder fundamental que garantiza nuestro sometimiento al trabajo asalariado, que permite y defiende la destrucción de la naturaleza en pos de la producción económica y garantiza la guerra como método de reorganización económica y de control social.
Es nuestro enemigo, no porque quienes detentan el poder sean malas personas o estén motivados por ciegas ambiciones; es nuestro enemigo porque organiza y ordena el sometimiento de nuestras vidas en armonía con el Capital ¡porque es el gobierno del Capital!

Contenido:
▪ Presentación
▪ Proletariado: algunas otras aclaraciones
▪ ¿Qué es el estado?
– ¿Qué es el estado capitalista?
– Esencia y funciones del estado capitalista
▪ Estado, expresión capital del dominio burgués
– Estado y representación
▪ ¿Anti-imperialismo? ¡Internacionalismo!
▪ Contra la politica, o mas alla de ella
▪ Destrucción del estado


CONTRA LA SOCIEDAD MERCANTIL GENERALIZADA #3

Si hoy respirar, alimentarse, abrigarse, divertirse o buscar amor está condicionado por la necesidad de la comercialización, no significa que siempre fue así o que deba seguir siéndolo.

Hoy toda relación social lleva el sello de la mercancía, ésta ha ocupado la totalidad de la vida social. Incluso los seres humanos nos vemos unos a otros como mercancías.
El capitalismo, como relación social y no sólo como concepto, es la sociedad mercantil generalizada, una sociedad en la que toda la producción es producción de mercancías: la dictadura totalitaria y generalizada de la ley del valor contra los seres humanos.


Contenido:

▪ Presentación
– Buscando la raíz de la “radicalidad”
▪ Contra la sociedad mercantil generalizada
– El tiempo es oro
– ¿Siempre hemos vivido así?
▪ ¿Contra qué Capital?
– Capital ficticio
▪ Abajo el trabajo
– Y abajo el ocio mercantil
– Ya no somos esclavos ¿Viva la libertad?
– Ideología del sacrificio
– Ideología del anti-sacrificio
▪ La mercancía como objeto y relación social
– Las sutilezas metafísicas de la mercancía
– ¿Liberar el trabajo? ¡Liberarnos del trabajo!
– Gestión y auto-gestión
▪ Negación de lo que nos niega

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CLASES SOCIALES: O LA MALDITA COSTUMBRE DE LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE #2

En este segundo cuaderno profundizamos y desarrollamos la cuestión de la lucha de clases y de la revolución, porque si hablamos de revolución como transformación radical de la sociedad, como supresión del capitalismo, hablamos indefectiblemente de la auto-supresión del proletariado como clase, esa inmensa mayoría de la humanidad que está impedida de vivir porque debe “ganarse la vida” de una forma u otra.

Contenido:
▪ Presentación.
– Apuntes para una comprensión crítica de estos textos.
▪ ¿Comunismo? ¿Anarquía?
– Post-data.
▪ Clases sociales o la maldita costumbre de llamar a las cosas por su nombre.
– Definiciones.
– Proletariado y propiedad privada.
– ¿Transformarse o asumirse?
– Apariencia de inexistencia
– El obrerismo es obsoleto.
– Trabajadores de la ciudad y del campo.
– Estudiantes.
– Clase media.
– Ciudadanismo.
▪ Revolución proletaria y conciencia.
– Y hablando de violencia…

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TRABAJO – COMUNIDAD – POLITICA – GUERRA #1

Este primer cuaderno: TRABAJO COMUNIDAD POLÍTICA GUERRA presenta la traducción y adaptación del comic publicado por la página www.prole.info, adaptación solo gráfica para reducir la cantidad de páginas, manteniendo el texto completo con el agregado de una presentación a los cuadernos + los textos: “Contra la democracia” y “¿Proletariqué?”.

Contenido:
▪ Presentación
▪ ¿Proletariqué?
▪ Trabajo Comunidad Política Guerra.
– Trabajo.
– Anti-trabajo.
– Comunidad.
– Anti-comunidad.
– Política.
– Anti-política.
– Guerra.
▪ Contra la democracia.

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